La liposucción es la técnica ideal para eliminar los depósitos localizados de tejido graso que no responden a la dieta o al ejercicio en pacientes de peso normal. La liposucción no es un sustituto de la reducción de peso. El mejor candidato para una liposucción es el individuo de peso relativamente normal que posee un exceso de grasa en áreas determinadas del cuerpo (protuberancias).
TÉCNICA DE LA LIPOESCULTURA
Se realiza una pequeña incisión por donde se introduce una cánula unida a un sistema de vacío. La cánula realiza un movimiento de vaivén entre los depósitos grasos, rompiendo la grasa y succionándola. Una liposucción suele durar entre 1 y 2 horas, pero el tiempo puede variar dependiendo del área a tratar. Utilizamos habitualmente la anestesia local junto a la sedación de la paciente, lo que se traduce en un proceso totalmente indoloro.
POSTOPERATORIO DE LA LIPOESCULTURA
Durante el postoperatorio habrá inflamación de la zona, hematomas, pérdida parcial de sensibilidad, y algunas molestias o dolor localizado semejante a las “agujetas” durante pocos días. Debe utilizarse una prenda especial durante 3-4 semanas y seguir un tratamiento de drenaje linfático manual. La reanudación de la actividad laboral se realizará en un periodo de 48 horas para trabajos sedentarios y 5-6 días en trabajos más físicos.
Una piel firme y elástica lleva a un mejor contorno final después de la liposucción. La piel colgante no siempre se readapta por si misma al nuevo contorno, y puede requerir técnicas quirúrgicas adicionales para eliminar y tensar el exceso de piel. El resultado, con un adecuado control de peso, es permanente. Si el paciente gana peso, lo hará de manera más homogénea y no especialmente en la zona tratada.
La lipoescultura viene definida por el sentido de modelar el contorno más que el de quitar mayor o menor cantidad de volumen.